Sábado día 9
Este Sábado y en vista del pronóstico de ola de 1 m. quedamos Alberto y yo para ir a la zona de la central nuclear que suele mover mas que en otros sitios.
Cuando dejamos el coche vimos buenos espumeros desde arriba pero al llegar abajo nos dimos cuenta de que no habíamos acertado: estaba bastante pasada la mar (coño con los pronósticos). Como no nos apetecía volver a subir hasta el coche e ir a otro pesquero, nos pusimos en una visera que estaría a unos 10 m. de altura e hicimos una intentona.
Entre tren y tren de olas se podia intentar pero la resaca nos sacaba el aparejo hasta casi no ver la boya.
Aún así, cuando el mar permitia bajar el cebo, teníamos algunas picadas y fué saliendo alguno.
Ya nos las prometíamos felices cuando de repente un maretón nos echó la ola encima y me pilló de costado (vale, medio cuerpo mojado). Extremamos la vigilancia mientras comíamos el bocata para ver si seguíamos pescando o corríamos el riesgo de otra mojadura. Parecía que había sido algo excepcional, por lo que nos pusimos otra vez a la faena y resultó que no fué excepcional. Nos vino otro maretón de los que cae de arriba a abajo que esta vez sí, empapados hasta los calzoncillos. Menos mal que hacia sol y pusimos un poco la ropa a escurrir para poder montarnos en el coche y vuelta a casa.
Aquí os dejo una foto de lo conseguido y el traicionero mar a la espalda.
Domingo día 10
El Domingo, como nos habíamos quedado con las ganas y creo que en tres finde no voy a poder ir a pescar, quedamos otra vez y se nos juntó en la excursión Aitor, que el día anterior estuvieron por Bakio y tampoco pudieron pescar por la fuerte mar.
En vista del éxito del día anterior y el pronóstico de ola que era mayor que el del Sábado, optamos por la zona entre Bermeo y Mundaka. Acojonante, la mar no pegaba nada, pero como también anunciaba lluvia y no queríamos mas caladuras lo intentamos sin alejarnos del coche.
Alberto y yo tocamos un par de puestas en la que salió este lindo pececillo que tras fotografiarlo fué devuelto al agua y a mi se me escaparon en la segunda puesta un par de buenas mojarras. Enseguida nos pegó una txaparrada y visto como estaba, recogimos los bártulos para llegar a ver el final de la F1, total que bolo.
Aitor por su parte se fué a una punta que movia algo mas y nada mas llegar sacó media docena de buenos bichos. Esta es una foto de Aitor con la mas grande que sacó.
Está claro que no acierto con el día ni el sitio y habrá que segir intentándolo.
Y colorín colorado.
