A pesar del pronóstico de lluvia para el Domingo y viendo lo torpes que son a veces en las predicciones decidimos quedar mi compañero habitual Alberto y yo para echar un rato la caña, quitar el mono
y desentumecer el cuerpo. En caso de que realmente lloviese siempre nos quedaba la alternativa de los huevos con panceta en alguna taska.
Alberto apareció acompañado de su hijo Ivan y su amigo Aitor, dos correcostas que no hay quien les eche el guante en el pedrero y que suelen hacer estupendas pescas. Creo que a Alberto y a mi no nos suelen acompañar porque ya se sabe....la gente mayor....retrasa y entorpece a la juventud.
Durante el viaje nos estuvo lloviendo pero al llegar allí paró y no cayó mas agua en toda la mañana. El mar estaba demasiado fuerte para mi gusto pero había que intentarlo.
En vista de como estaba el mar y con marea baja, decidimos elegir un pesquero con altura y aún así alguna ola nos hizo la gracia. En esta foto aparece Alberto con la primera e Ivan muy al fondo.
Al empezar nos comían el cebo enseguida hasta que nos dimos cuenta de que eran las innombrables ¡¡¡¡SOCORRO, YA ESTÁN AQUÍ!!!! . Poco a poco alguna fue saliendo pero muy espaciadas
Hay días que parece que todo se tuerce, bogas, dejé unos 5 aparejos y me partieron la pita del 26 dos perrones cojonudos al sacarlos del agua.
Después de un rato y aburridos con las bogas fuimos acercándonos al coche y probamos en otro txoko que tenía buena pinta. En este sacamos alguna mas y a Alberto se le escapó un perrón impresionante pero el tiempo se nos echaba encima y decidimos recoger.
Al final esto es lo que sacamos mas algunas palmeras que fueron al agua (el verdel solitario me pico a mi a la gamba...¡¡raro!!, ¿no????).
Y aquí están los protagonistas
Ivan y Aitor
y Alberto y yo
Ah, se me olvidaba, creo que el mas torpe de la cuadrilla fui yo. En definitiva un día mediocre en cuanto a pesca pero mañana muy agradable sobre todo por la compañía.
A esperar mejores mares, un saludo y buena pesca.