Nada mas llegar estaban muy activas pero anduve muy torpe y se me soltaban la mayoría y las que sacaba no me servían para el horno. Después dejaron de picar y la mar cada vez mas parada.
Tuve la paciencia de esperar para que con menos agua se formase algo de espuma y al final tuve mi recompensa con media docena de bonitas piezas.
La calidad de las autofotos no es que sea muy buena pero sirve de recuerdo.
A destacar este perrón de 1,800 que me dio una espectacular batalla. Tardé unos 15 minutos en ponerlo en seco ya que me lo tuve que ir llevando hasta un pedrero cercano para poder sacarlo.
Por lo que se publica en los bloggs parece que el tema no está muy boyante pero al menos de vez en cuando lo seguiremos intentando.